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lunes, 20 de enero de 2014

Costillas de cerdo con patatas


      Otro de los platos más que típicos de la gastronomía mediterránea y de todos los criados por los cerros de Úbeda es el que aquí viene reflejado. Recuerdos de mi infancia, y hecho a mi manera o a la que quiero recordar, por lo que aviso que puede ser que esté distorsionada, pues también recuerdo a las personas de treinta y pico como personas muy mayores cuando en realidad esa edad es la que tenemos la gente joven. 

Dificultad: Fácil
Tiempo de elaboración: 1 hora y media
Ingredientes para 2 personas: 
              - 500 gr de costillas de cerdo
              - 4 patatas medianas
              - 1/2 cebolla
              - 2 tomates
              - 1 vaso de vino blanco
              - 2 hojas de laurel
              - aceite de oliva vírgen, sal, vinagre de vino blanco, comino, pimentón dulce y picante, pimienta

     Vamos a cortar la cebolla en juliana pero partiendo por la mitad cada tira de cebolla para que tampoco queden demasiado grandes, y las vamos a poner en una cacerola con un culo de aceite de oliva vírgen (el otro día viendo a Arguiñano me dí cuenta que él cuenta la cantidad de aceite por cucharadas, pero me parece muy soez a la vez que ordinario, por lo que seguiré utilizando las medidas "pelímetro", "chorreón", chorreón generoso", "culo" y "culazo" que son mucho más finas y elegantes. En este caso hemos dicho que pondremos un culo de aceite). 

    Dejaremos que poche un poco y añadiremos las costillas salpimentadas y las iremos mareando para que cojan el punto de mareo, o sea, que cambie el color de la carne pero que no lleguen a vomitar. 

    Una vez que se ve la carne hecha, añadimos los tomates rallados para que se sofrían un poco, y a continuación vamos a añadir las patatas cortadas a dados grandes para que no se deshagan, el laurel, los 2 pimentones, el vino blanco, un chorreón muy generoso de vinagre, el comino, un poco de pimienta negra molida o desnuda, o sea, en bolas, y cubrimos de agua. 

    Dejaremos cocer durante 30-40 minutos hasta que comprobemos que las patatas están tiernas y la carne se puede pinchar con facilidad. Hay que mirar de vez en cuando el nivel de agua y no remover mucho para que las patatas no se deshagan y la carne no quede dura. 

     Y ya está. Es un plato buenísimo, que como encima lo hagas un día nublado y de lluvia, el éxito está asegurado. 

*Hay autores que en esta receta se ponen el laurel en la cabeza, pero yo no lo hago, lo reconozco. Al César lo que es del César. 
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